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viernes, 15 de septiembre de 2023

Fragmento de novela de Diana Margarita Canton Martinez La Violacion.

  

Novela: La Violacion.

Por Diana Margarita Cantón Martínez.




Capítulo 1.



-Pues sí, Doctor Nadium, siento una energía muy grande dentro de mi, mi cuerpo es un puro corto-circuito. No puedo dormir en mi cama ni casi ya en el sofa de la sala. Me tiro al piso. Me arrodillo y oro incesantemente-sin lágrimas, pero con devoción. Las noches despiadadas me obligan a ejercitar mi cuerpo adolorido aún en contra de mi voluntad. Me acuesto y me levanto y voy incesantemente al baño y a la cocina a tomar agua y a veces a tomar o comer algo con gran ansiedad y como una autómata. Trato de ir a la computadora para relajarme un poco. En el invierno empeoro, ya no me place caminar por las calles, los parques, las orillas del río, los lagos y mucho menos subir a las montañas.

-Lee muchas noticias, Norma?.

-Es por rachas. Antes sí. La política para mi llegó a ser una obsesión permanente desde la infancia.Todo en mi vida, hasta el amor, giró siempre en torno a ella.Fue como que el Estado, el Gobierno, invadió hasta mis sueños y mi intimidad. Eso nos ocurrió a muchos de mi generación. Con la desilusión eso fue cambiando un poco. Pero hay momentos, Doctor, en que todo eso aflora de nuevo de un modo arrollador e incontrolable. Por eso le cuento todo esto; me alivia, ya que ni llorar puedo pese a tanta tristeza y desconsuelo. Ni siquiera confío en quetenga usted poder ni medicinas que me alivien. Me perdona?.


-Sí, le entiendo. Hay muchos así –al menos en su país. Le diría que los hay peores. Pero, continue, por favor, contándome sobre lo que siente.

-Mire, siento algo nuevo y espantoso. Siempre creí que mi primer gran amor fue eso. Y de un tiempo a esta parte, después de leer ciertas cosas, de meditar, comparar, analizarlas más fríamente, he llegado a la conclusión inaudita de que fui violada casi de niña por un hombre que para mi representa hoy, más que un hombre en sí mismo, al poder político. Y sinceramente se lo digo sin pasión alguna. Porque ya no me apasiona ningún Proyecto humano. He perdido la fe en todos. Aunque a veces me emocionan ciertos actos heroicos de algunos jóvenes y mujeres que se me parecen a mi alguna vez.

-Por hoy está bien, no quiero cansarla

Le pondré una inyección que relaje un poco su cerebro. Está muy cargado y por eso son sus migrañas y todo lo demás.También su cuerpo, sus músculos están muy tensos. Se va a enfermar mucho más si no se cuida. No piense ni escriba tanto en su Diario-al menos por estos días –en que quiero observar su comportamiento y evolución. Después sí deseo que escriba acerca de eso que me acaba de decir sobre esa violación por su novio. OK?.
-De acuerdo, Doctor Nadium, esta vez no seré tan terca. Sobre todo si sus drogas me ayudan a dormir. Y le aseguro que nunca he creido en ellas. Pero bueno, es imprescindible, según veo.

- Sí, no queda más remedio. Ya vendrá la enfermera. Nos veremos pronto para que me lea lo que ha escrito dentro de una semana de tratamiento recluida.Adiós y que Dios nos ayude a ambos.

-Gracias, Doctor. Hasta la próxima conversación o taller?.

Novela La violacion.

De: Diana Margarita Canton.



Capítulo 2: Diarios novelados.

-Buenos días, Norma. Cómo se siente?.

-Bien y mal, Doctor Nadium.

-Qué quiere decir?.

-Bien porque he dormido casi corrido una semana. Mal porque no he podido escribir nada. Estoy aturdida, con la mente casi en blanco.

-Era necesario, Norma. Usted debe descansar un poco.

-Así lo he hecho. He sido obediente aún en contra de mi voluntad.

-No desea conversar entonces hoy?.

-No puedo, pero le tengo algo aquí mejor.

La señora abrió el closert, extrajo una grande y raída maleta negra y empezó a sacar libretas gruesas enumeradas del 1 al 50 y a dárselas al experimentado galeno, agregando:

-Qué año prefiere leer primero?.

-Creo que me interesa el año 1970. Me llevo esa, después se la devuelvo y hablaremos cuando se recupere un poco.

“Juan de Los cielos me llegó una mañana de enero: alto, delgado, trigueño; con una barba larga y roja, que unos meses después descubriría que tenía continuidad en el pubis.

Yo tenía diesciseis años y él treinta.

Trabajábamos cerca uno del otro en la Región Becas, en Miramar , en La Habana, en escuelas diferentes.

Me lo presentó mi Antigua profesora, aquella mulata a la que los muchachos apodaron “achatada en los polos y abultada en el Ecuador”, no porque impartiera Geografía, sino por la forma de su cuerpo. Había sido su monitora y me quería mucho.

Mi futuro pretendiente estaba en La Escuela al Campo movilizado en la Zafra de Los Diez Millones, “los que iban, de que iban, iban”, pese a los malos augurios de aquel profesor de Economía del Instituto de Superación Educacional que lo desaparecieron del mapa enseguida.

Mi machetero no me dio exactamente las primeras clases de Comunismo, pero sí las de Heterodoxia y sobre todo las más importantes lecciones de Amor (Amor completo, no dividido. De ese Amor de cuerpo, mente, corazón literal y figurativo, espíritu, psiquis interrelacionados-como debe ser el Amor). Al menos así creía entonces que sería aquella relación.

Así de Hermosa.

Su cuerpo lo descubrí atlético en junio, no aquel amanecer luminoso. Estábamos ya desnudos en un albergue del Instituto Nacional de la Industria Turística y comprendí que sus espaldas eran anchas y que dormía con un hombre fuerte; casi me asombraron sus espaldas-tanto como lo rojizo de sus bellos en contraste con su cabellera castaña.

Pero no me gustó desde el principio. Su cabeza alguien me dijo luego parecía ser de yunque: era más ancha arriba que abajo. Sus ojos, su boca, no tenían nada espectacular; aunque eso sí: carismático, agradable, atractivo para la Amistad y las relaciones humanas en general. Un tipo muy sociable y divertido. Así era!.

Mi mejor amiga de entonces cuando lo conoció casualmente en el portal de la Tienda El Bazar Cubano me dijo:

“Está buenísimo, durísimo. No por gusto te tiene así”.

Regresábamos esa tarde-noche de tomar helados Coppelia, y lo encontramos allí en aquella esquina tan esbelto como una palma real. Ella era santera y nosotros comunistas. Me di cuenta mucho tiempo después. Yo iba a su casa en Buena Vista y me quedaba y todo, pero siempre andaba en Babia cuando aquello. Era tan alegre y confiada. Era una época de bellas promesas creibles. No había aún desilusión ni en el Amor ni en la Política”.

Capítulo 3: “El suicidio”.

-Qué tal, Norma, cómo amaneció?.

-Mal, Doctor, quiero escribir y no puedo todavía. Sabe que no puedo respirar sin escribir. Quiero irme de alta.

-Es muy pronto, Norma. El tratamiento require un período de adaptación para que vea la mejoría. De todos modos, no quiero presionarla. Si es su voluntad, se va por una semana-si se compromete a seguir las instrucciones que le dará la enfermera.

-De acuerdo, Doctor. En una semana regreso.

-Doctor Nadium, Doctor Nadium, mire, Norma ha dejado su maleta negra en el closert con una nota para usted:

“Muchas gracias, Doctor, por su ayuda, desinterés y sensibilidad. Ha sido el mejor psiquiatra con el que he tratado. Pero mi mal es incurable y decidí rebelarme contra el mundo definitivamente. Le dejo mi historia, pues sé que tiene recursos y relaciones para darla a conocer. Me doy cuenta de que usted soñó también con ser escritor. Le confieso que yo hubiera querido ser psiquiatra para salvar muchas vidas, pero uno es lo que es y no lo que quiere ser necesariamente. Adiós y perdóneme de nuevo. Ha fracasado el mundo, no usted: Norma”.

-Sí, es el Doctor Nadium. Quién habla?.

-Es el hijo de Norma. Mi mamá se ha suicidado, Doctor. Ha sido terrible!. Todavía buscan su cuerpo en el río helado. Se ha lanzado por la ventana de su cuarto, en el tercer piso, sobre las rocas, cerca de la cascada. Probablemente ya esté en el mar-junto a sus hermanos que tanto la entristecían. Estoy muy abatido!. Necesito su ayuda!.

-Sí, iré inmediatamente junto a usted, Danilo.

-Abre la puerta, Michael, debe ser el Doctor.

-No, papa, son dos hombres con trajes, sacos, con corbatas y todo y con Biblias y unos maletines.

-Sí, son los Testigos de Jehová. Por favor, hoy sí ábreles. Necesito mucho consuelo y esperanza para seguir adelante contigo, mijo.



Novela de Ficcion " La Violacion".

De: Diana Margarita Cantón Martinez.

Capitulo 4: El tringulo.

“En el 71 andaba como una loca buscando a Juan de Los Cielos por La Cenicienta, por todos los lugares posibles y probables. Acontecio que nuestro Amor se habia vuelto Tragedia. Ya entonces el vestia precoces pitusas enviados del Norte tal vez por la madre de Juana de Los Caprichos. Parecia mi amado el Rey Salomon escapado de la Biblia y de su Palacio.

Nilda era amiga de Juan y de Juana. Ellos se casaron antes de conocernos Juan y yo. Tenian un hijo de un ano de edad: Camilo. Se divorciaron legalmente y Juana se fue a vivir con su hijo a la aldea, heredando la casa y demas fortuna de sus antepasados”apatridas”, dejando a Juan solo en la capital del pais.

Nilda autorizada por mi padre a veces me saco de pase de la beca y me acompano a la Terminal de Omnibus de La Habana para viajar sola a mi  provincia. Era su alumna preferida. Hasta me llevo una vez un fin de semana para la casa de su tia en La Habana Vieja. Mi profesora residia en realidad en Guanabacoa, la tierra de Los Babalaos y de Rita Montaner, que conoci despues a traves de un Museo y de libros. Su familia me atendio muy bien, me regalaron unos bloumers muy bonitos, tuvieron atenciones y diferencias conmigo. Pero despues la vida nos distancio relativa y definitivamente.

Al concluir el primer semestre de noveno grado me fui voluntaristamente a un Curso Emergente de Formacion de Profesores de Secundaria Basica a una escuela que se llamaba Julio Antonio Mella, en La Lisa, que radicaba creo que en un antiguo Pre-Medico. Los albergues eran en La Coronela. Tenia 15 anos, pero yo me puse que tenia 16 en los papeles, para que no me rechazaran. Todos mis profesores de Espanol pusieron el grito en el cielo, pues-como mi abuela paterna-me creian una” superdotada”? que podia aspirar a estudiar Filologia, Letras…o Periodismo.Y para ello debia hacer mi Preuniversitario antes. Si, se pensaba que la Pedagogia y la Historia eran mas faciles, y yo no lo veia asi y en cierto sentido estaba huyendo por segunda vez de un medio que se me estaba haciendo  hostil por razones mas politicas que sociales en si mismas. El Curso en El Mella fue intensivo, y duro de febrero a agosto aproximadamente.

Nilda me queria mucho porque yo iba a los Concursos Nacionales de Conocimientos y de Monitores de Historia, Espanol, Ortografia. Escribia para Talleres Literarios informales y casi fantasmas y declamaba hasta mis propios poemas de amor mas fantasticos y atrevidos que reales. Me empezaron a apodar “ La Tortola” por recitar y actuar mucho los versos de Milanes:



….Ay de mi tortola, mi tortolita

Que al monte ha ido y alla quedo.

…..

Tambien me gustaba mucho declamar las decimas del Cucalambe sobre los indios Hatuey y Guarina del libro de mis padres cuando matricularon en los Cursos Nocturnos de Educacion Obrera y Campesina:



“Con un cocuyo en la mano

Y un gran tabaco en la boca

….."

( que yo solia convertir en parodia cuando llegaba al barrio natal agregando:



Santiago desde una roca

Miraba al Rancho cubano.


Ramona, El Nino Montano

……” ).



Nilda hasta me conto secretos personales sobre su pretendiente secreta  H?, una condiscipula de ascendencia francesa, oriunda de Santiago de Cuba, a la que apodamos " Remolacha "por una hartera que se dio del vegetal y sus huellas en las heces que la asustaron mucho.Su profesor de Psicologia en la Universidad le dijo a Nilda  que pensaba que su alumna era homosexual reprimida-al menos en actos materiales, fisicos-en ese entonces.Pero siempre decia amar apasionadamente a un imposible que no podia revelarnos y al que llamaba misteriosamente H. Lo cierto es que por cualquier cosa se peleaba con Nilda y hasta le dejaba de hablar, la celaba mucho.

Yo era una nina ya muy docil. Habian quedado atras infanticidios, infantilismos, etapas discolas y hasta rebeldes con mis padres a veces y con algunos maestros. Vivia amores infanticentes sin mayor relevancia.

En Julio de 1970 mi ex-profesora devenida en colega vino a ordenarme, mas que advertirme demasiado tarde:



“ Te has empatado con un hombre casado ( y con mi amiga Juana). Acaba con eso ya.”



Hacia meses que Nilda y yo no nos veiamos ni hablabamos casi. Apenas cada quince dias y de lejos en el Instituto de Superacion Educacional ( ISE). Ante el ataque inesperado de mi ex-mentora no respondi nada. Ademas porque la respetaba y todavia era muy timida y podia controlar bastante mis impulsos.Me habian entrenado bastante con la disciplina militar y la militancia comunista. Pensaria que otorgaria y obedeceria. Pero ya Juan de Los Cielos y yo habiamos llegado demasiado lejos en nuestros afectos amorescentes y adultocentes.

Juana tambien era profesora de Historia ( en Vueltabajo ) y habia trabajado antes en mi secundaria en El Vedado. Nos habiamos visto rara vez, quizas en algun Concurso, Encuentro de Monitores, o en la preparacion de las clases y repasos durante La Escuela al Campo. Yo no era muy consciente de su existencia, pero ella, mucho mayor que yo, llena de ira, impotencia, desprecio y celos dijo a Juan al saber de mi conquista:



“Estas-ya lo se- con aquella mulatica poco femenina que parece un ciju platanero. No se como te has fijado en esa!.”



Legalmente soy blanca, aunque triguena y de pelo bien crespo o rebelde. De nina me hacian unos chorongos bien chulos con gran facilidad y mi pelo coge la vuelta que le des. Mis abuelos maternos fueron mulato y china amulatada de pelo ondeado. Nunca he sido una mujer muy presumida ni coqueta, me he concentrado mucho en lo espiritual y lo intelectual. Una de las cosas que mas atrajo a Juan de mi fue mi naturalidad y sencillez, aparte de mi juventud e inocencia. Apenas uso perfumes. Excepcionalmente le agarre algun poquito a Emilia Arce en el albergue en confianza. Los ojos solo me los pinte para mis matrimonios con Jose del Sol y con Pedro de la Luna, ni siquiera para atraer a Miguel de Las Estrellas lo use como carnada, aunque me lo sugirio su propia hermana, que entonces me apreciaba.Me gusta pintarme los labios-eso si. Pero en el reinado de Juan de los Cielos ni eso necesitaba. Me banaba y algo de talco, desodorante y polvos faciales-entonces escasos, bien escasos.

Estaba muy delgadita y vestia humildemente, pero a la moda y con el buen gusto de mi madre ( que como mi hermana e hijas ) es bien presumida. Era yo una muchacha bonita y sensible.

A Juan le dio mucha risa lo del “ciju platanero” y pense que se burlaba de mi. Me enfureci con tanto chucho. Mi amiga Evelin y Juan tuvieron que aplacarme porque me lo tome muy a pecho, cogi buena cuerda con el asunto. Me lastimo la autoestima, que siempre la he tenido alta.

Cuando Nilda me alerto? tardiamente en La Pizzeria de La Copa, en Miramar , en 1ra y 42, ya era la mujer de Juan de los Cielos, y el: el primer hombre en mi vida ( en su sentido completo). Nos habiamos casado con el cura Matojos!?.



Despues me reencontraria en Ceiba del Agua con mi Antigua profesora Nilda, pero ya nada volvio a ser igual nunca mas, no solo por lo de Juan y Juana, sino porque me desagrado su proceder con la Directora, enamorada de verdad de Fidel Castro-como la Subdirectora. Decian incesantemente que aquella era una escuela “de primerisima calidad”. Yo no he sabido nunca mucho de arquitectura, pero me parecia exagerado, aunque no me molestaran aquellas edificaciones-para mi bien confortables –por mi origen que no olvido. Pero la Directora acabo casandose y teniendo hijos con un chino guapisimo de Guanajay que atendia clandestinamente el Centro por la Seguridad del Estado- cosa que no descubri por mi misma, sino despues, cuando me case con Jose del Sol-anos mas tarde.El me lo conto y hasta los visitamos alguna vez.

Nilda y otros se burlaban del fanatismo y consagracion nuestro, aunque la Directora nos superaba a todos. Hasta a mi me resultaba un bastion inalcanzable su fe en el lider y sus proyectos. Pero rapidamente Nilda y los demas burlones y o preclaros se fueron de aquella Escuela en El Campo y de todo ese Plan en general para las escuelas de la capital-ciudad.

Fidel tenia alli cerca una casa de visita en una finca donde criaban faisanes. Casi no salia de la escuela en ese entonces. Era su moda. Inauguro la escuela bajo un torrencial aguacero en el que nos mojamos junto con los alergicos y hasta algunos asmaticos.

Oichi Machete me llamo la atencion por velar indiscretamente a la mulata delgada profesora de Espanol. Todavia me creia heroina por cuidar al lider de un atentado contrarrevolucionario. Era una tarea del Comite de Base de la Juventud Comunista (UJC), detras de la cual estaba en la sombra la Seguridad del Estado. Despues descubri que seguramente a mi me controlaba tambien alguien menos nervioso y fragil.

Nilda y los demas profesores experimentados se fueron rapidamente de aquel “convento de Nuevo tipo”- como lo bautizara Juan de los Cielos mismos-y regresaron a escuelas urbanas. Nos quedamos los mas jovenes e incompetentes, recogiendo piedras, sembrando y recogiendo naranjas y café caturra.”



El Doctor leia con interes y curiosidad aquel testimonio juvenil de la suicida. Apenas se concentraba ya en los otros pacientes: drogadictos, alcoholicos, homosexuales…de La Casa de la Mision.Siempre sintio pasion por la Historia y la Literatura.  

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