Monday, November 26, 2012
Busca al alquimista
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Escrito en 1993.
Busca el alquimista,
la piedra filosofal,
la tinaja de Diógenes,
su sol que no se apagará.
Rechaza las propuestas
de Alejandro Magno.
Escrito en 1993.
Busca el alquimista,
la piedra filosofal,
la tinaja de Diógenes,
su sol que no se apagará.
Rechaza las propuestas
de Alejandro Magno.
Y ahora cito al mejor ( Poesía)
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Escrito en 1993.A los 40 años.Cuaderno Inédito Testamento 1992-93.
Y ahora cito al mejor
al "hombre de este siglo",
al de la "cruda economía",
al de la "otra verdad".
Después de él tal vez tú,
tal vez yo,
tal vez Dios.
Contra la falacia y el terror
me insubordino
y siembro flores.
Horas temblando
parieron el poema
que no fui a importar
y que no vendo.
Sube a mi máquina del tiempo
y olvida los programas
ahora que tengo
estrellitas en los ojos.
Piensa en que las musas
no tienen Planes Quinquenales,
ni Asambleas de Servicios
y en que sólo importa
el dólar que coges por los cuernos,
cuando la gente se queda ciega,
se mancha y se desnutre.
Cuando crece la ansiedad,
la depresión; síndromes de todo tipo
suben la marea
y dejan desierta la ilusión.
Cuando derrames, izquemias e infartos
son la moda.
Comprende que hay niños
que no comen,
aunque no lo denuncien
los altavoces ni las imprentas.
Detén tu reloj de calles
de limosnas y de limpiabotas
y ven a este asteroide
de miseria recuperada,
después de un resplandor
breve y aparente
por el que ya no vagas.
Respira hondo, sí,
relájate y haz este viaje de diamante
para los alcabuces que se avecinan.
Al pie de la escalerilla
te doy la mano
para tomar el aparato sofisticado
del andariego andante,
Caballero de Dulcinea La Flaca,
que ya enterró a Rocinante,
que no tuvo más el heno,
aniquilado por la sequía.
Olvídate del Zar, Pushkin,
que Rusia está
en pie de guerra
y precisamente porque
hiciste la señal esperada
para que un día no se diga:
"Hubo una vez un país
que ya no tiene mapa
y que asfixió su Gloria".
Escrito en 1993.A los 40 años.Cuaderno Inédito Testamento 1992-93.
al "hombre de este siglo",
al de la "cruda economía",
al de la "otra verdad".
Después de él tal vez tú,
tal vez yo,
tal vez Dios.
Contra la falacia y el terror
me insubordino
y siembro flores.
Horas temblando
parieron el poema
que no fui a importar
y que no vendo.
Sube a mi máquina del tiempo
y olvida los programas
ahora que tengo
estrellitas en los ojos.
Piensa en que las musas
no tienen Planes Quinquenales,
ni Asambleas de Servicios
y en que sólo importa
el dólar que coges por los cuernos,
cuando la gente se queda ciega,
se mancha y se desnutre.
Cuando crece la ansiedad,
la depresión; síndromes de todo tipo
suben la marea
y dejan desierta la ilusión.
Cuando derrames, izquemias e infartos
son la moda.
Comprende que hay niños
que no comen,
aunque no lo denuncien
los altavoces ni las imprentas.
Detén tu reloj de calles
de limosnas y de limpiabotas
y ven a este asteroide
de miseria recuperada,
después de un resplandor
breve y aparente
por el que ya no vagas.
Respira hondo, sí,
relájate y haz este viaje de diamante
para los alcabuces que se avecinan.
Al pie de la escalerilla
te doy la mano
para tomar el aparato sofisticado
del andariego andante,
Caballero de Dulcinea La Flaca,
que ya enterró a Rocinante,
que no tuvo más el heno,
aniquilado por la sequía.
Olvídate del Zar, Pushkin,
que Rusia está
en pie de guerra
y precisamente porque
hiciste la señal esperada
para que un día no se diga:
"Hubo una vez un país
que ya no tiene mapa
y que asfixió su Gloria".
Secretos y sueños
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Escrito en Cuba en 1993.Haciendo El Principito en Rancho Grande.Pinar del Río.
Estos secretos
eran barcos de papel
o naves espaciales
para la confesión
de jabón o langosta.
Estos sueños de niños
con Madonnas o Shopings,
con padres desconocidos,
con novios y mujeres,
con zapatos blancos
( como las carboneras)...
Estos me quedaron.
Ahí te los envío
por ser el dueño del espacio,
de la luna y el mar,
el que está en el escaño,
el que tiene escafandra
para ir al azul,
a los toques.
Estos secretos maniatan
la esperanza,
a pesar del optimismo
de los gallos.
Desátala.
Estos secretos
eran barcos de papel
o naves espaciales
para la confesión
de jabón o langosta.
Estos sueños de niños
con Madonnas o Shopings,
con padres desconocidos,
con novios y mujeres,
con zapatos blancos
( como las carboneras)...
Estos me quedaron.
Ahí te los envío
por ser el dueño del espacio,
de la luna y el mar,
el que está en el escaño,
el que tiene escafandra
para ir al azul,
a los toques.
Estos secretos maniatan
la esperanza,
a pesar del optimismo
de los gallos.
Desátala.
Incredulidad de última instancia ( Poesía)
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Escrito en 1992.En Cuba.
Siempre tan ocupado y tenso
casi no me mira.
Siempre extraterrestre
no me humana.
Siempre tan amoroso
y ni saluda.
Siempre por el aire
y no me palpa, no me oye,
no me siente
la concretez del hueso
que aún no viaja,
la concretez del poro
que se escapa.
Siempre tan rebelde
y se arrodilla
a quien fustiga a los humildes?.
No lo creo,
yo que he captado su hidalguía.
Y se acomoda
a la avena, al pasto,
a paja cálida?.
No lo creo
yo que me robé
la estrella que él
se ciñe.
Al secreto de un sueño que invento.
Siempre tan ocupado y tenso
casi no me mira.
Siempre extraterrestre
no me humana.
Siempre tan amoroso
y ni saluda.
Siempre por el aire
y no me palpa, no me oye,
no me siente
la concretez del hueso
que aún no viaja,
la concretez del poro
que se escapa.
Siempre tan rebelde
y se arrodilla
a quien fustiga a los humildes?.
No lo creo,
yo que he captado su hidalguía.
Y se acomoda
a la avena, al pasto,
a paja cálida?.
No lo creo
yo que me robé
la estrella que él
se ciñe.
Carnet de Identidad ( poesía)
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Escrito en 1992.En Cuba.
Registrada
hasta en el más mínimo desliz.
Ultrasonido para cada pecado.
Pero sólo son copias
las que tienen de mi.
Portar, no contravenir
es lo aparente.
Compartir la sed,
la migaja, el desgaste...
es lo esencial
y tal vez la utopía genérica.
Registrada
hasta en el más mínimo desliz.
Ultrasonido para cada pecado.
Pero sólo son copias
las que tienen de mi.
Portar, no contravenir
es lo aparente.
Compartir la sed,
la migaja, el desgaste...
es lo esencial
y tal vez la utopía genérica.
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