Derechos reservados de Diana M. Canton Martinez Ruiz.
Ni con los humildes.
Ni por los humildes.
Ni para los humildes.
Las palmas perdieron
el verdor y el brillo.
Apenas quedan Palmas
en las manos.
Mataron el amor,
lo encarcelaron.
El amor no tiene calles.
Las barrieron.
El amor hizo un referendo,
un plesbicito
en plena calle,
en la frontera y los desiertos.
Como siempre.
Pero El AMOR
cumplira lo prometido.
Y reinara su hijo
donde debe.
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